_ Un vino excepcional - apuntó el Inspector mientras dejaba el vino en la mesa.
_ Efectivamente, tengo que reconocer que es muy delicioso - dijo Martín mientras servía otra copa.
_ ¡Basta! - dijo el Inspector - que el asunto que me trajo hasta aquí es otro muy distinto.
_ Lo que lo trae por aquí es la desaparición de Andrés, el encargado de las botellas- indicó Martín.
_Exacto. - afirmó el Inspector.
A continuación volvió a dejar la copa encima de la mesa y se inclinó hacia adelante en el sillón con el objeto de acercarse más a su interlocutor.
_ ¿Podría hablar con alguna persona que trabajaba con Andrés?
_ No hay problema - respondió Martín.
_ Hablaremos con su compañero Juan.
_ ¿Qué le ha sucedido en la cara? - preguntó el Inspector al observar de cerca a Martín.
_ ¿En mi ojo derecho? Tengo un moretón porque el otro día me di un golpe con la puerta del tractor... pero no es nada grave - exclamó Martín.
Mientras andaban por e pasillo en dirección a la bodega el Inspector comenzó a interrogar:
_ ¿Cuándo mataron a Andrés?
Martín levantó la mirada, hacia el techo:
_ Veamos, yo marché a Madrid el martes y cuando regresé, el miércoles por la tarde, me comentaron de su ausencia - balbuceó Martín.
_ ¿Sabe si tenía problemas o gente que lo odiara? - siguió diciendo el Inspector.
_ Es muy bueno no creo que tenga enemigos - dijo Martín.
Llegaron al laboratorio y Juan no estaba, entonces Martín ,le dijo:
_ Inspector acompáñeme durante la comida que Juan irá porque acá no está. Seguramente llevará una jarra de vino para que lo pruebe.
Efectivamente el dueño de la bodega fue a la mesa portando jarras de vino. La comida transcurrió en un ambiente agradable.
_ ¡Vino increíble, Juan! - señaló Martín.
_ Es cierto - dijo el Inspector.
_ Sí, sí - contestó el señor Juan - Mi padre hacía vino, y para que le diera un sabor especial sumergía jamón dentro de la botella.
_ ¿Cómo? - preguntó el Inspector.
_ Sí - dijo Martín - hay gente que mete jamones en los barriles durante el proceso de fermentación, el jamón se disuelve por completo.
Entonces el Inspector abrió los ojos como platos y se volvió hacia Juan:
_ ¿Dime que no es cierto que cuando sumerges jamón aumenta la temperatura del barril?
_ Juan respondió - Sí, aumenta. ¿Por qué?
El Inspector palideció y le preguntó:
_ ¿Este vino es del último barril?
_ Sí - respondió Juan.
Pasada unos instantes el Inspector le preguntó a Martín:
_ ¿Puede usted demostrar que estuvo fura de la bodega entre el martes y el miércoles?
Martín sacó de su bolsillo los pasajes para ir a Madrid.
_ Gracias - contestó el Inspector - Perdone Martín pero tenía que comprobar la coartada - se disculpó.
Entonces relató a los presentes que ya conocía donde estaba Andrés y qué por favor no tomaran más vino de las jarras.
Excelente, Lara. Felicitaciones.
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